Todo lo bueno que se mostró en las dos primeras jornadas, se desplomó como castillo de naipes en las 5 jornadas que siguieron. Desconcentración, errores arbitrales, perdida de la idea inicial de juego y mala suerte, entre otras cosas detonaron esta bomba que ahora nos encuentra en el fondo de la clasificación, solo superando a Sampdoria por un punto.
La debacle comenzó cuando recibimos a Atalanta por la jornada 3. Ahí quedó demostrado como un equipo que es superado, como fue el de Gasperini, se puede llevar los tres puntos a puro oficio porque hay un trabajo serio atrás. De nada sirvió todo lo bueno que había hecho Genoa... cuando Atalanta golpeó, noqueó.
En ese partido se abrió el marcador con un penal claro, pero que el arbitro dejó en manos del VAR. Muriel lo transformó en gol... el colombiano había entrado en el segundo tiempo y cambió la dinámica de un partido que había sido todo de Genoa en el primer tiempo. A puro empuje el Genoa fue y ya en recupero le sancionan penal a Kouamè, que Criscito trasforma en el empate que parecía ya definitivo. Pero sobre el final, Duvan Zapata aprovecha el relajo de la defensa genoana y saca un tremendo remate desde afuera del área que se clava en el ángulo. Desazón total.
En la fecha siguiente, visitando a Cagliari, caímos en un partido parejo, donde el ex Giovanni Simeone mete el 1 a 0 y a los 83´ Kouamè lo logra empatar, pero en 5 minutos el local se pone en ventaja nuevamente para cerrar el 3 a 1. Esto se empezaba a poner feo...
Llegó el choque frente a Bologna, otro partido muy parejo, con un tiempo para cada uno. En el primero Genoa fue superior, como lo suele ser, y después se pincha. Schöne metió un tiro libre al travesaño en esa primera etapa, y Soriano fue a cobrar un penal en el segundo, la picó y también la devolvió el travesaño. Empate que nos dejaba con sabor a poco, porque ya se veía venir que teníamos que empezar a sumar pronto.
En la jornada 6 frente a Lazio en el Olímpico, nada que hacer... el equipo fue superado por completo y se trajo una goleada categórica. Fue un doloroso 4-0. La caída se hacía mas profunda, ya se hablaba de la salida de Andreazzoli.
Se venía el Milan en casa, ideal para levantar cabeza. En el primer tiempo (otra vez) se vio a un gran Genoa. Realmente los pasamos por arriba en la primera parte y nos fuimos al descanso con un gol de Schöne que disparó desde lejos y con la complicidad de Reina la pelota se metió. Milan terminó los primeros 45 minutos pidiendo la hora.
Pero en el segundo tiempo todo cambió. Un insólito penal sancionado VAR mediante, por una mano de Biraschi pero posterior a una mano de un jugador de Milan medio segundo después, le permitió el empate a la visita. Para colmo fue expulsión para el defensor genoano, una locura que arruinó un partido que estaba para nosotros. A los 57´ ya Milan estaba 1-1, y todo indicaba que no había forma de remontarlo, pero iba a doler mas aún. Dos un expulsado mas por nuestro lado y dos del lado de ellos, el arbitro fue lamentable... había dejado pasar jugadas de amarilla en el primer tiempo insólitas, y en el segundo tiempo soltó la mano y repartió rojas. O sea... distinta vara no de un partido a otro sino de un tiempo a otro.
Cuando moría el partido, penal para Genoa. Criscito no estaba en campo ya que se fue lesionado en el primer tiempo por una jugada donde lo dejó todo, y ahora tendrá un parate de al menos un quince días mas tomando como referencia hoy 21/10. El encargado fue Schöne, y Reina, quien se había comido el gol del propio Schöne en el 1er. tiempo, paso de villano a herpe, salvando el empate y dándole los tres puntos a Milan. Otra derrota dolorosa que profundizaba la crisis.
Y se llegaría a tocar fondo en esta última jornada, frente a Parma en el Tardini. Fue goleada 5-1 que deja a Genoa en el fondo de la tabla solo arriba de la Sampdoria.
Así las cosas, la salida de Andreazzoli es prácticamente un hecho y posiblemente hoy se defina su sucesor, que está entre Carrera, Guidolin y Thiago Motta. La enésima broma del Joker, que hace ya tiempo no le encuentra rumbo a la conducción de la Sociedad Genoa y solo nos salvamos del descenso por casualidades del destino. Si esto sigue así, será seguramente la temporada donde esa suerte del final no nos va a salir, porque todo indica que el destino del Viejo Grifone es la Serie B.
Solo esperamos que la próxima jornada frente a Brescia en casa, rival directo por la salvezza, sea positivo. Caso contrario, con solo un cuarto del campeonato jugado, Genoa se convierte en candidato principal para descender.
