En un partido de no creer, caimos ante el único equipo del torneo que había perdido todos sus partidos de visitante. Llega a Marassi y nos hace cuatro goles. Sigue quedando claro que ni el equipo, ni el cuerpo técnico, ni la dirigencia, están a la altura de lo que representa el Genoa.
Con un Marassi a pleno, con mucho colorido, pancartas contra Preziosi y un grito incesante empujando a un equipo que dá pena, a los 22 minutos del primer tiempo ya estábamos dos goles abajo luego de horrores garrafales de una defensa totalmente desorientada. Por ejemplo, el primer gol viene luego de una tomada de camiseta infantil de parte de Sampirisi en nuestra área y el arbitro termina cobrando el claro penal. Delneri sacó al siempre intrascendente Toszer y puso a Said, que cumplió y metió el descuento a los 40´. Nos daba un poco de esperanza, pero duró poco, porque a los 45´, el ex-Genoa Paloschi metió su tripleta y nos mandó al descanso otra vez con dos goles abajo.
En el segundo tiempo volvimos a tener un poco de esperanza, ya que rápidamente Jankovic acortó diferencias, pero después del gol no lográbamos generar peligro. Ni siquiera cuando quedamos en superioridad numérica por la expulsión a los 26´ del segundo de un jugador del Chievo. Mas allá que la visita se refugió completamente en su campo, no encontrábamos la forma de entrar, y cuando se terminaba el partido, en una contra, llegó el último mazazo que marcó las cifras definitivas para una tarde para el olvido... otra mas.
No quedamos últimos pero volvimos a la zona de descenso, y lo que sigue preocupando, mas que la posición en la tabla, es ver que este equipo no tiene con qué.
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Así lució la Nord antes del partido, mucho colorido y aliento, y una gran pancarta contra Preziosi. |
Ahora nos toca Pescara, otro rival directo en la lucha por el descenso. Vuelven Borriello y Moretti.
FORZA GENOA SEMPRE
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