FECHA 24: GENOA 0 - CHIEVO 1

El problema ya es no es solo de visitante. Hoy caímos contra un rival que lucha por el descenso en nuestra propia casa. El equipo sigue deambulando sin alma por la cancha, sin mostrar un mínimo de reacción. Seguimos en caída libre y lo peor es que, viendo como juega el equipo, no hay piso para esta debacle. 

Este partido era obviamente para ganarlo, seguir fortaleciéndonos en casa y tratar de levantar cuando tengamos que salir, pero la realidad es que ya ni siquiera de local se puede confiar en el equipo. Hoy nos encontramos con un Chievo que hizo lo que deberíamos hacer nosotros cada vez que salimos de Marassi: dientes apretados, peleando cada pelota como la última, y aprovechar al máximo las posibilidades que se nos puedan dar. Esto lo hicimos en otros partidos, pero este nivel de juego que venimos soportando desde fines del año pasado alcanzó su máxima expresión (hasta ahora) al caer contra el Chievo en casa. 

Los primeros minutos del partido mostraron a un Genoa tibio, que fué a buscar el partido pero se encontró con un rival que, como decíamos, se plantó en Marassi para dar pelea fuerte. La linea de 3 que había armado Marino en el fondo, en cierta forma estaba funcionando, pero una llegada tardía de Granqvist a la hora de cortar un centro atrás propició propició la llegada de Thereau, que solo tuvo que cambiar de palo el balón mientras Frey nada tenía que hacer y Rossi no llegaba tampoco al corte. Un Marassi que no había parado de alentar quedó desconcertado.

Rápidamente salimos a buscar el empate, sin ideas, con empuje, pero el Chievo estaba bien parado y el descanso nos encontró abajo en el marcador. Caliente primer tiempo, con jugadores del Genoa bastante sacados como Beppe Sculli o Biodini que se pelearon con todo el equipo visitante y el árbitro

En el segundo tiempo tuvimos algunas chances para empatar, pero se veía un equipo con mucha impotencia por lo que estaba sucediendo. Solo Palacio mostró momentos de buen fútbol, mas trabajando como asistidor que como delantero, donde por ejemplo metió un pase largo al ras del piso para Jankovic que se marchó al mano a mano con el arquero, y este último tapó el disparo espectacularmente con una mano. 

Ellos también tuvieron alguna que otra ocasión, sobretodo de media distancia, que Frey sacó siempre. Así las cosas, los minutos siguieron pasando y nos fuimos resignando, viendo un equipo que vuelve a mostrar su peor cara. 

Se podría hablar de los errores del árbitro hoy, que los cometió pero para ambos lados. También que merecíamos algo mas que la derrota, pero el golpe tan duro de hoy no dá margen a análisis muy profundos. Lo que vimos en cancha, mas el resultado, hablan por sí solos. 

La realidad es que ya ni nos aventuramos a hacer pronósticos de lo que pueda suceder... estamos en un punto donde Marino, que no lleva ni tres meses en el cargo, corre peligro de continuidad. Se nota que el técnico tiene una gran confusión y eso se está trasladando cada vez mas al campo de juego. Difícil situación la que estamos atravesando; esos fantasmas del descenso que comentábamos antes que eran algo exagerados, cada vez están mas cerca. El único pronóstico que mantenemos es que no existe dicho peligro, aunque lo que queda de campeonato será a puro sufrimiento y cada punto que saquemos valdrá oro.